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Discipulado 1 - Tercera Seccion: Fundamentos de la vida Cristiana

 

Lecciòn 24 - Comenzando a Dar. (1)
 

Principios bíblicos:

  • Todas las cosas que el cristiano hace deben ser hechas para la gloria de Dios, incluyendo su forma de ganar y de gastar el dinero(2)
  • La posesión de dinero (poco o mucho) implica, para todo cristiano, una responsabilidad muy grande ante Dios. Se debe comenzar a ejercitar la fidelidad “en lo poco” para que el carácter se temple, y luego no caer en tentación, en codicias necias y dañinas, ni en amor al dinero, para no terminar hundidos en destrucción y perdición(3)
  • El dar del dinero que se ha ganado es un aspecto muy importante del servicio a Dios(4)
  • En la adquisición, posesión y gasto del dinero, el creyente tiene que comprender que debe estar en una “relación de gracia con Dios”, entregándose primero a sí mismo en una dedicación de todo lo que es y posee(5)
  • Los cristianos que forman las Congregaciones deben proveer para las necesidades de los obreros y para los gastos de funcionamiento de la Iglesia. En este sentido, se puede ver que el dinero que se reunía en las Asambleas del Nuevo Testamento, era usado de cuatro diferentes formas:
  • Para ayudar a los pobres en sus necesidades.  1En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.1 Corintios 16:1-2. 34Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Hechos 4:34-35.
  • Para los pastores (ancianos) de la Iglesia local. 13¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. 1 Corintios 9:13-14. 17Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 18Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1 Timoteo 5:17-18.
  • Para otras personas que trabajan en la obra, como misioneros (apóstoles) y evangelistas. 10En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.  //  14Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” Filipenses 4:10, 14-16.
  • Para el Ministerio de Jesús. 1Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, 2y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, 3Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes. Lucas 8:1-3

Para tener muy en cuenta:
En lo referente a dar, el “principio de la gracia” incluye que se reconozca sobre todo lo que el creyente es y posee, la autoridad y soberanía de Dios “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra, al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”(6) 
Así como hemos recibido, como “favor de Dios no merecido”, de la misma manera debemos dar: 8Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mateo 10:8.
Eso contrasta con la Ley del diezmo del Antiguo Testamento, ya que la ley del Nuevo Testamento (que es la ley de la gracia) pide todo: el cien por ciento de lo que somos y tenemos(7)
La ley del diezmo ha sido superada por un nuevo sistema de dar, que se adapta a las enseñanzas de la gracia.  La gracia de Dios en Jesucristo da todo, pero también exige todo(8)
Jesucristo no dio el diezmo, lo dio todo, el cien por ciento.  Por eso, los cristianos de la Iglesia del Nuevo Testamento podían darlo todo para el Señor sin ningún tipo de problemas.  Es revelador leer en la Biblia que “todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.”(9)
El dar, en la gracia de nuestro señor Jesucristo, no es por obligación o mandamiento, ni por especulación o conveniencia, sino por el Espíritu de gracia.
Bajo la gracia no se impone ley alguna, sino una expresión de devoción a Dios y adoración de parte del dador.
No debes olvidar que a Dios solo le agrada la ofrenda dada con alegría6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2 Corintios 9:6-7. Aquí nos encontramos en presencia de otra ley espiritual: Dios siempre nos da todo lo suficiente para que sigamos dando.
El dar para la obra de Dios produce fruto abundante en nuestra cuenta en el Cielo, es olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios, y nos hace destinatarios de la promesa de provisión de Dios: “17No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. Filipenses 4:17-20.
La enseñanza bíblica es sustancialmente diferente de lo que enseña la falsa doctrina de la prosperidad.  Ésta enseña que “primero debes dar a Dios para que luego Dios te dé a ti”.  Espero que ya te hayas dado cuenta que es exactamente al revés: Dios primero te da a ti para luego tú des. 8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. 10Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 2 Corintios 9:8-11. No olvides que el Señor probará tu actitud.
Ten en cuenta la siguiente regla, que es muy importante para evitar falsos emocionalismos y entusiasmos pasajeros: Se requiere una regularidad sistemática en el dar.  No alcanza con dar solamente cuando escuchas alguna predicación inspirada que te motiva por algún tiempo, o en las épocas en que estás especialmente generoso y dadivoso.
La Palabra enseña en la segunda epístola a los Corintios, capítulo 16, versículo 2, que cada primer día de la semana cada uno de nosotros debe poner aparte algo, según haya prosperado. Es decir, dar cada semana de la abundancia con que el Señor nos vaya proveyendo y prosperando.

Optando por una actitud
Bíblicamente hablando, existen tres posiciones en relación con la actitud a adoptar frente a dar dinero y/o bienes:

  • La posición de la Ley dada por Dios a Su Pueblo a través de Moisés (posición Mosaica): Dar el diezmo (el diez por ciento) en las diferentes oportunidades que la ley establece y para los destinos que la misma indica(10)
  • La posición de la Plena Gracia, vigente en el Antiguo y en el Nuevo Testamentos: Dar todo (el cien por ciento), como lo hicieron las siguientes personas, según se relata en los capítulos correspondientes:
    • La viuda de Sarepta de Sidón, que dio a Elías todo lo que tenía para comer, para el cumplimiento del propósito de Dios, aún a riesgo de perder su propia vida y también la de su hijo.
    • Ana madre de Samuel, que fue oída por Dios cuando ofreció entregarle todo lo que le estaba pidiendo: un hijo (el profeta Samuel).
    • “La mujer viuda y pobre tenía dos monedas de cobre de poco valor, y lo que echó fue eso”.  “Jesús dijo que ella dio más que todos los ricos porque dio todo lo que tenía, todo su sustento.”
    • Los cristianos en la Iglesia primitiva vendían sus propiedades y ponían el producido de la venta a los pies del Cuerpo(11).
  • La posición del libre albedrío de cada uno: No dar Nada (el cero por ciento).  Según lo que le dijo Pedro a Ananías, todo cristiano tiene esta posibilidad(12).  El Reino de Dios no necesita ni un diez, ni un cien por ciento para establecerse. Pero la persona que obra con un espíritu mezquino recibirá exactamente lo que siembre, porque Dios no puede ser burlado(13).

Observa cual fue la actitud del Pueblo de Dios en el pasaje que se transcribe a continuación: 2Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había puesto Jehová sabiduría, todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella. 3Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayéndole ofrenda voluntaria cada mañana. 4Tanto, que vinieron todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía, 5y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga. 6Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más; 7pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.(14)
El pueblo continuaba dando mucho más de lo que se necesitaba para la obra que Jehová había mandado que se hiciera, entonces Moisés tuvo que impedir al pueblo dar más, pues lo que habían dado alcanzaba para hacer toda la obra y aún sobraba.

El dar con “liberalidad” es un don de Dios
6De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.(15)
Te sorprenderá ver algunos de los sinónimos de la palabra “liberalidad” que es utilizada en este pasaje de la Escritura. Mira con detenimiento y piensas en cada una de las palabras que se transcriben a continuación:

Sinónimos de liberalidad:

  • Generosidad
  • Desprendimiento
  • Desinterés
  • Altruismo
  • Franqueza
  • Magnanimidad
  • Caridad
  • Nobleza
  • Filantropía
  • Abnegación
  • Hidalguía
  • Galantería
  • Despego

Asimismo, medita sobre cada una de las palabras que son antónimos (lo contrario) de la palabra “liberalidad” que utiliza el pasaje precedente:
Antónimos de liberalidad:

  • Tacañería
  • Mezquindad
  • Avaricia
  • Egoísmo
  • Interés

Ahora, podrás hacer un examen de tu conducta y determinar cuáles de estas palabras te caben.
La Biblia enseña a “procurar los dones mejores”(16).  Sería bueno que procures el don de “repartir con liberalidad”. 
¿Sabías tú que existe este don del Espíritu?  Ahora lo sabes y, como consecuencia de saberlo, puedes estar sintiendo alguna de las dos emociones que continúan:

  • Gozo, paz y agradecimiento al Señor porque Él ha puesto en ti Su Espíritu de generosidad.
  • Cargo de conciencia, porque en tu ignorancia anterior, tú no procediste de acuerdo con el Espíritu de las Escrituras(17)

El gran dilema entre la fe y las obras
14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.  //   26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.(18)
Sabemos que “el justo vivirá por la fe”, por eso el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.(19)
Asimismo, sabemos que “la justificación y redención” son por “gracia” y no por “obras”(20)  Sin embargo, la Palabra enseña que “existen obras preparadas de antemano para que andemos en ellas”(21)  Estas actividades no son para justificación, pero constituyen “frutos dignos de arrepentimiento”(22)  Son acciones que son consecuencia de la nueva naturaleza del cristiano en Cristo Jesús(23).
La Biblia enseña claramente que los cristianos nos debemos considerar unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras(24).
Incluso, el apóstol Pablo, en medio de un ministerio intenso, cargado de viajes misioneros y de redacción de epístolas a las diferentes iglesias y colaboradores, se hacía el tiempo para trabajar intensamente y eficazmente para su propio sustento y el de los que estaban con él (su equipo apostólico)(25).  Pero no quedó ahí su enseñanza, sino que enfatizó de una manera no dubitativa que los cristianos deben trabajar con el mismo esfuerzo, responsabilidad, diligencia y eficiencia que él, para que el producido de su trabajo les alcance para sí mismo, para su grupo familiar, y le quede para ayudar a los necesitados. 
Nota que, cuando el apóstol habla de dar, utiliza el verbo “deber” (sinónimo de obligación y compromiso).  Dice que se debe “ayudar a los necesitados” porque “más bienaventurado es dar que recibir”(26).
De lo anteriormente expresado, se puede deducir que es parte de la nueva naturaleza del cristiano sentir y cumplir con la obligación de dar.

¿Somos realmente parte del Cuerpo?
Si eres realmente parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, debes comprender que tienes el deber de dar en el Cuerpo y con el Cuerpo.
Por consiguiente, estás en el punto de definir cuál será tu posición en relación con el dar “en” y “con” la Iglesia (dentro del cuerpo y como parte del cuerpo):

  • ¿Darás el 100% de tus ingresos?(27) 
  • ¿Darás el 10% (diezmo) como una medida mínima de tu fe?
  • ¿Darás el 23,33% según lo establecido en la ley Mosaica?
  • ¿Darás 0% (absolutamente nada) según lo autorizado por Pedro en la historia de Ananías y Zafira? 

El no dar puede provenir de dos situaciones, muy diferentes una de la otra:

  • Que la persona esté atravesando en su vida personal o familiar por una dramática crisis económica, o financiera, o ambas, que justifique que, durante ese tiempo difícil, más que dar necesite recibir.  Situación que, según la Palabra de Dios, debe ser receptada por el Cuerpo para brindarle ayuda.
  • Que la persona tenga un espíritu miserable que lo mantenga atado al “dios Mamón” (dinero) y, por lo tanto, tornando en libertinaje la gracia de nuestro Dios, ha decidido no dar(28)

            La gracia no es libertinaje sino un estilo de vida y, la conciencia de Cuerpo, la responsabilidad, el compromiso y el espíritu de dar generosamente es parte de ese estilo de vida.
Tal vez tú, temporalmente no estés en condiciones de dar.  O puede suceder que, en este tiempo difícil por el que estás atravesando, no te alcance para dar el porcentaje de tus ingresos que tú has propuesto en tu corazón.  Tal vez, tu medida mínima de fe te alcanza solamente para dar un diez por ciento.  O quizás, tú has decidido dar más.

Sin importar cual se tu situación económico-financiera hoy, de lo que tú debes tomar plena conciencia es que pertenecer a un cuerpo requiere compromiso con el mismo, y que, parte de ese compromiso, es el compromiso económico-financiero con la congregación local a la que se perteneces, y también con la iglesia toda(29)
Si bien la Biblia no menciona que Jesús haya recibido diezmos (en el sentido literal de la palabra), enseña que el ministerio de Jesús en la tierra fue respaldado económicamente por cristianos generosos que servían a Su ministerio con sus bienes(30).
El grado de falta de compromiso e irresponsabilidad no debería llegar a tal magnitud que permita que sus miembros ignoren la necesidad que un equipo de trabajo tiene de contar con recursos financieros. En el grupo que conformaban Jesús y sus doce discípulos había una bolsa y un tesorero a cargo(31). Negar esta realidad es apartarse de la verdad de las Escrituras.

Conclusión
Dios no otorga las bendiciones como premio a un estricto cálculo matemático y legalista al diezmar, ni por una exacta relación entre la prosperidad y las ofrendas semanales.  Simplemente, Dios otorga sus bendiciones cuando el corazón del creyente se alinea con Su propio corazón y, entre otras cosas, incluye dentro de su estilo de vida el dar. 
En cumplimiento de sus leyes espirituales, no habrá ofrenda hecha a Dios de todo corazón, que Él en Su gracia no reconozca y recompense.  Pero, en estas leyes espirituales, no hay oportunidad para que personas “astutas” apuesten a enriquecerse dando diezmos y ofrendas con el fin de especular con Dios.
Lo que des, lo debes dar con alegría y sinceridad de corazón, y la respuesta de Dios vendrá según Su perfecta voluntad y en su justo tiempo.  Él puede responder concediendo distintos tipos de bendiciones, a saber, bendiciones espirituales, bienes materiales, provisión, o cualquier otro tipo de bienes espirituales y/o temporales según Él mismo lo crea conveniente.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”(32)


(1) Lección extraída del libro “Fundamentos de la Prosperidad”, autor: Horacio J. Cornelli, 2003.

(2) La Palabra de Dios enseña: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31).

(3) “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.  Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”(1° Timoteo 6:8-10); “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.” (Hebreos 13:5); “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.  Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.” (1° Timoteo 6:17).

(4) Dios insta a ser generosos y abundantes en el dar: “Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.” (Proverbios 14:21); “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.” (Proverbios 19:17).

(5) “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1° Corintios 6:20); “Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.” (1° Corintios 7:23); “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.” (2° Corintios 8:5).

(6) Apocalipsis 1:5.

(7) Jesucristo dio todo, “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.” (2° Corintios 3:6)  “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (San Juan 1:17).

(8) “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.  Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.  Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.” (2° Corintios 8:9-11).

(9) Hechos 2:44-45.

(19) Nota que, según el Antiguo Testamento, Dios mandó a Israel que diera 23,33 % de sus ingresos, en comparación con el 10%.

(11) “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” (Hechos 2:44-45).

(12) Pedro dijo: “Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo y sustrajeras del producto de la venta de la heredad?  Reteniéndola, ¿no te quedaba a ti?, y vendida, ¿no estaba en tu poder?  ¿Por qué pusiste esto en tu corazón?  No has mentido a los hombres, sino a Dios.”

(13) “Ley espiritual de la siembra y la cosecha”.

(14) Éxodo 36:2-7.

(15) Romanos 12:6-8.

(16) Procurad, pues, los dones mejores. (1 Corintios 12:31).

(17) Observa lo importante que es, en las Escrituras, conservar una buena conciencia: 18Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, 19manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 20de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar. 1 Timoteo 1:18-20.  Nota que rechazar la buena conciencia ha hecho naufragar en cuanto a la fe a algunos, habiendo sido entregados a Satanás.

(18) Santiago 2:14-17,26.

(19) Romanos 14:23.

(20) siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús Romanos 3.24.

(21) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10.

(22) Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento Mateo 3:8 y Lucas 3:8.

(23) 16Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20Así que, por sus frutos los conoceréis. Mateo 7:16-20.

(24) 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:19-25

(25) Hechos 20:34.

(26) 33Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. 34Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. 35En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:33-35

(27) Se ha escuchado acerca de hermanos que dan el 90% y viven con el 10% restante.

(28) 3Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo. Judas 3-4

(29) Miremos la instrucción que el apóstol Pablo dio a los hermanos de Corinto: 1En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 1 Corintios 16:1-2

(30) 1Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, 2y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, 3Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes. Lucas 8:1-3

(31) 4Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 5¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 7Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. 8Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.(Juan 12:4-8).  29Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. (Juan 13:29)

(32) Efesios 3:20 -21

 

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Posted by Facultad Bíblica Internacional on miércoles, 17 de febrero de 2016

Repaso de la Lecciòn 24

Responda las preguntas de repaso de cada lección, y, al finalizar la Lección 33, complete el Examen Final de la Materia y usted recibirá un Diploma de Aprobación de la Facultad Bíblica.

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1) Di si es verdadera o falsa la siguiente afirmación, de acuerdo con 1° Corintios 10:31: “Todas las cosas que el cristiano hace, deben ser hechas para la gloria de Dios, incluyendo su forma de ganar dinero.”

 

2) Di si es verdadera o falsa la siguiente afirmación, de acuerdo con 1° Corintios 6:20 y 2° Corintios 8:5: “En la adquisición, posesión y gasto del dinero, el creyente tiene que comprender que debe estar en una “relación de gracia con Dios”, entregándose primero a sí mismo en una dedicación de todo lo que es y posee.”

 

3) Menciona los tres usos principales que se le daba al dinero que se reunía en las Asambleas del Nuevo Testamento.

 

4) Di si la siguiente afirmación es verdadera o falsa, a la luz de 2° Corintios 9:7 y 8: “Dios siempre nos da todo lo suficiente para que sigamos dando”

 

5) Según lo explicado en el presente capítulo, ¿cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta?: a) Dar a Dios para que Dios nos dé a nosotros. b) Dios nos da a nosotros para que nosotros demos.

 

6) ¿Las bendiciones que recibimos de Dios son siempre materiales, o hay otro tipo de bendiciones con que Dios puede respondernos, y, si las hay, cuáles son algunas de ellas?



 

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