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Discipulado 1 - Tercera Seccion: Fundamentos de la vida Cristiana

 

Lecciòn 28 - El proposito de las Pruebas.
 

Objetivo:
Ayudar al discípulo a valorar las dificultades como pruebas de parte de Dios permitidas con el propósito de formar la mente de Cristo en nosotros.

Lectura central:
 “6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo (1 Pedro 1:6-7)

Desarrollo:
El propósito de Dios es moldearnos a la imagen de Cristo.
Cuando recibimos a Cristo, ninguno de nosotros se parecía entre sí, y menos aún se parecía a Jesucristo.
Para que seamos transformados a la imagen de Cristo debemos estar enfocados en Él.  El obstáculo número uno para que eso suceda es el Yo.  Una de las causas por las cuales vienen las pruebas es para quitar nuestra confianza del Yo y ponerla en Cristo:  “3Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. 4Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 5y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.  //   7Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:3-11
Dios quiere que crezcamos espiritualmente y nos hará pasar por situaciones a las que llamamos “pruebas” para hacernos crecer a la estatura de Su Hijo Jesucristo.
El enfoque de nuestra mirada ha cambiado: ahora tenemos a alguien a quien mirar como modelo para nuestra vida.
Dios quebrantará nuestro orgullo y nos moverá de ser egocéntricos a ser Cirstocéntricos: 20Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. 21Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo: Señor, quisiéramos ver a Jesús. 22Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. 23Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. 26Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. (Juan 12:20-26).
Observemos a Jesús orando en Getsemaní, y tomemos de Él el modelo para soportar las pruebas: 41Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. (Lucas 22:41-44)
Las pruebas no vienen del Diablo.  Recordemos que Job solamente experimentó lo que Dios permitía que pasara.  Nos toca reconocer que Satanás no está en todo lugar a la vez, tampoco sabe todas las cosas, solamente es un ángel con las limitaciones de una criatura.  Quitemos de nuestra mente el falso concepto de que Satanás es todopoderoso.
Sin Cristo, el hombre quiere que Dios gire a su alrededor, el centro es el Yo.  Pero el Espíritu Santo nos va cambiando a la realidad de que nuestras vidas tienen como centro a Cristo.  Nosotros debemos hacer Su voluntad y no Él la nuestra. 
Cuando las cosas van bien nos olvidamos de Dios, sentimos que no tenemos necesidad de él.  Sin embargo, Dios tiene una manera de prepararnos; un cúmulo de eventos que provocarán que en lugar de enfocarnos en el Yo, nos concentremos en Cristo.  Dios lo logra a través de situaciones difíciles: 10Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. (1 Pedro 5:10)

Cosas que usa Dios para enfocarnos en su Hijo Jesucristo:
La insatisfacción y  el sentimiento de impotencia que produce en nosotros la injusticia, nos hace buscar a Dios: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." (Mateo 5:6)
Muchas veces la angustia hace que busquemos a Dios: 15Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán." (Oseas 5:15)  //  “1Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Oseas 6:1  //  18Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan. (Job 5:18)
Pablo y Silas fueron azotados “mucho”, fueron metidos en el calabozo de más adentro de la cárcel y sus pies fueron asegurados en el cepo, sin embargo cantaban himnos a Dios, y los presos los oían: 22Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.  //  25Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.(Hechos 16:22-25)
¿Qué diríamos de nuestro Señor Jesucristo luego de leer la lección número 51 del segundo tomo de estos estudios?
Pensemos en las pruebas que el Señor Jesús tuvo que pasar, y cuál fue el propósito y resultado de las mismas: 10Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. (Hebreos 2:10)  //  8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen (Hebreos 5:8-9). 
Recordemos que el anhelo de Dios es hacer que lleguemos a ser como Cristo.  Dios quiere que nuestro enfoque esté en Su Hijo, no hay otra manera de crecer espiritualmente; es Él en nosotros.
Aun cuando hablan mal de nosotros mintiendo, si lo soportamos, también es una prueba que templa nuestro carácter.  Tal es el caso del rey David cuando fue maldecido durante horas por Simei hijo de Gera.  Veamos la historia y aprendamos de este pasaje: 5Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, 6y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. 7Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! 8Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.  //  9Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 10Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?? 11Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 12Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. 13Y mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo. 14Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí. (2 Samuel 16:5-14)
No debemos olvidar que Jesús dijo: 11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.  (Mateo 5:11-12)

Conclusión:
Las pruebas son para nuestra edificación y no para nuestra destrucción: 2Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. (Santiago 1:2-4)  //  3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:3-4)
Las pruebas nos enseñan a depender de Él y no ensoberbecernos: 11Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;  //  15que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; (Deuteronomio 8:11,15,16)
6Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6)
            Las pruebas nos perfeccionan, transformándonos a la imagen del Señor:28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.(Romanos 8:28-29) 
18Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18

 

 

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Informacion y Eventos

Están abiertas las inscripciones para el año 2016.

Posted by Facultad Bíblica Internacional on miércoles, 17 de febrero de 2016

Repaso de la Lecciòn 28

Responda las preguntas de repaso de cada lección, y, al finalizar la Lección 33, complete el Examen Final de la Materia y usted recibirá un Diploma de Aprobación de la Facultad Bíblica.

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1) ¿Con qué propósito Dios permite las dificultades en nuestra vida?

 

2) ¿Cuál fue el resultado y propósito de las aflicciones y padecimientos que padeció Jesús?

 

3) ¿Cuál es el propósito final de hallarnos en diversas según lo explicado en Santiago 1:2-4?



 

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